En ese momento, me esperaba de todo menos aquello. Nunca pensé que vería con mis propios ojos mi cuerpo inerte en un callejón encima de un charco de sangre... eso sólo significaba una cosa. Estaba muerta.

viernes, 28 de marzo de 2014

▶Capítulo 5| 1ª Parte

Suena el timbre. No tengo ganas de abrir. No tengo ganas de nada.
Llevo una semana encerrado en casa, sin salir, sin hablar, casi sin comer.
De repente siento hambre. Me acerco al frigorífico y lo abro.
No queda nada salvo dos bolsitas de ketchup y una cebolla.  Gran alimento ese.
Tengo que salir a comprar al supermercado.
Me peino un poco con las manos el pelo rebelde que me roza los ojos, me pongo la sudadera y salgo a la calle.
El aire fresco me da en la cara. Es una sensación incómoda y me pongo la capucha.
Las personas que pasan por mi lado me miran raro. Creo que es porque estoy demasiado pálido y ojeroso. Parezco un vampiro.
Entro al súper y cojo una barra de pan y un poco de fiambre. Compro también cerveza, mucha cerveza.
Vuelvo a casa, y al entrar me doy cuenta de que hay algo en el suelo. Parece un recorte de periódico.
Lo recojo y lo miro. Oh, no. Es esa noticia. La noticia que ha hecho que me encierre en mi pequeño piso día y noche, bajo llave. La maldita noticia del asesinato de la mujer la misma noche que yo volví con un arma a casa y manchas en la sudadera, sin poder recordar lo que había hecho.
Ha desaparecido todo el apetito que tenía, y ha dado lugar a una horrible angustia.
¿Qué es esta tortura?
Me echo en el sofá-cama, el lugar donde he estado viviendo estos últimos 7 días.
Entonces recuerdo que tocaron el timbre antes de que yo saliera....¿Sería el mismo que dejó el recorte de periódico? ¿Y si alguien quería verme? ¿Y si querían explicarme en qué estoy metido? Porque si de algo estoy seguro, es de que estoy metido hasta el cuello en un asunto bastante espinoso, el cual no tengo ni remota idea de qué va.
Pero...yendo a malas... ¿Me habría esperado el mismo destino que a esa mujer si hubiera abierto?
Es muy frustrante que tu vida gire en torno a algo lo cual no sabes qué es.
Suena el móvil.

                                  "Número privado"


¿Qué? ¿Otra vez? Otra bromita...

Descuelgo.
-¿Álex?
-¿John?
-El mismo. ¿Dónde has estado esta semana? No cogías el teléfono cuando te llamaba... ¡He tenido que llamarte en número oculto para que lo cogieras!
-Ehhh...
-Bueno, es igual. Tío, tengo un planazo para esta tarde.
-Ehhh....
-En mi casa a las 5. Nos echamos unos litros con unas chavalitas rusas que se ha recogido Ricky...Después, podríamos probar a hacer una Ouija de esas. Siempre he sentido curiosidad por esas cosas. ¿Te apuntas?
-Ehhh...
-Está bien, te espero. A las 5, ¿eh? ¡No tardes!
Y cuelga.
Menudo torbellino. No le he dicho nada y ya me ha montado una película. En fin... Será una buena forma de pasar la tarde y salir un poco. Me despejaré.
Pero tengo que estar en casa antes de las 12.

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